martes, 16 de abril de 2013

Pasos a seguir para desarrollar hábitos positivos


Uno de los elementos esenciales para que tengas éxito tanto a nivel personal como profesional, y además seas más feliz, es tener buenos hábitos.

Como dice Tony Robbins: “No es lo que hacemos de vez en cuando lo que da forma a nuestras vidas, es lo que hacemos constantemente.” Y es que tú eres lo que haces día a día, de modo que tú buen hacer no es un acto, sino un hábito.

Ahora bien, tú tienes experiencia -al igual que yo- de lo difícil que es adquirir un buen hábito o desterrar uno malo, como decía Ovidio: “Nada hay más fuerte que el hábito.”

Antes de seguir quiero aclarar que esta entrada esta inspirada en dos artículos de Victor Hugo Manzanilla: “El poder del hábito” y “6 claves para desarrollar hábitos positivos”.

Un hábito puede llegar a ser tu mejor aliado o el peor de tus enemigos. A continuación la definición de hábito para entender lo que acabamos de decir:

“Yo soy tu constante compañero. Yo soy tu mejor ayuda o tu peor carga. Yo te empujaré hacia adelante o hacia el fracaso. Yo estoy completamente bajo tus órdenes. La mitad de las cosas que tú haces, deberías dármelas a mí, yo las haré más rápido y correctamente. Me puedes manejar fácilmente, simplemente se firme conmigo. Enséñame exactamente cómo quieres que se haga algo y luego de unas cuantas lecciones lo haré automáticamente. Yo soy el sirviente de los grandes hombres y mujeres y también, de los peores fracasados. Los que son grandes, los he hecho grandes, los que son fracasados, los he hecho fracasar. Tú me puedes usar para producir ganancias o para llevarte a la ruina; da lo mismo para mí. Tómame, entréname, se firme conmigo y pondré el mundo a tus pies. Sé débil conmigo, y te destruiré. ¿Quién Soy? ¡Soy un Hábito!”

Todos estamos manejados por nuestros hábitos. Si no existieran los hábitos, tendríamos que pensar antes de cada acción en todo momento. Los hábitos nos ayudan a descargar la mente consciente de decisiones que ellos toman automáticamente. Es como si algunas áreas de nuestra vida estuvieran en piloto automático.

El “piloto automático” es una magnífica ayuda sí y solo sí defines claramente el plan de vuelo (a donde quieres llegar, como quieres llegar, cuando quieres llegar.) Si no tienes el plan de vuelo claro, el “piloto automático” es inútil o inclusive peligroso.

En Productividad un hábito suele estar orientado a sólo una cosa: actuar. La necesidad de un nuevo hábito surge a su vez por la necesidad de cambio cuando nosotros mismos comprobamos que hay “algo que no está funcionando”. Generalmente es algo que hemos detectado que zancadillea nuestro rendimiento: frecuentes despistes, incapacidad para concentrarnos, nuestra tendencia a mezclar lo importante con lo trivial, etc.

Todos estamos preparados para un cambio pero no todos logramos cambiar. El modo en el que desarrolles y practiques ese nuevo hábito determinará tu éxito.

A continuación las claves para desarrollar hábitos positivos:

1- Conecta el cambio que quieres hacer con un objetivo concreto

Es común que personas comienzan a trabajar en buenos hábitos por el simple hecho de que son buenos hábitos, sin conectarlos con la visión que tienen para su vida o con objetivos concretos para mejorar en el ámbito laboral. A la larga sólo trae frustración y fracaso. Si aparte de querer cumplir un objetivo concreto, hay cierta urgencia para cumplirlo (por ejemplo porque puedo perder mi trabajo), eso aumenta el poder motivador para lograrlo.

2- Enfócate en lo que quieres, no lo que estás eliminando

Muchas veces nos enfocamos en lo que estamos tratando de eliminar en vez de tener la mirada fija en lo que queremos lograr. No pienses en lo que la dieta que escogiste te está prohibiendo comer, piensa en la persona en que te vas a convertir como resultado de desarrollar el hábito de comer saludable. No te enfoques en el sacrificio, enfócate en el logro. Te hará el camino mucho más fácil.

3- Un solo cambio a la vez, pequeño y sencillo

Uno de los mayores errores que cometí en Productividad fue el de intentar demasiados cambios a la vez. El “yo soy capaz” y “ya verás” son loables y necesarios, hay que tener motivación y recordarte con frecuencia el porqué del cambio. Pero es imprescindible que contengamos nuestros caballos, que refrenemos nuestro entusiasmo y que no nos lancemos a cambiar a lo loco y en todas las direcciones.

Es esencial intentar sólo un cambio a la vez. Lo que ya es un notable reto de por sí. Además, hay que proponerse cambios muy pequeños y muy sencillos pero repetirlos cada día. Yo diría que debemos marcarnos micro cambios.

La clave está en no olvidar que los malos hábitos se desarrollaron poco a poco a lo largo de mucho tiempo. De la misma manera necesitamos ir desarrollando los buenos, poco a poco. No es una carrera, es un proceso.

4- Fíjate cambios concretos que puedas medir y palpar

Otro de los errores que cometí en el pasado fue el de proponerme cambios demasiado intangibles o poco concretos. El “ya verás, esta mañana voy a ser productivo de verdad” está muy bien como inspiración y punto de partida pero para lograr cambios duraderos tienes que fijarte retos muy concretos, muy palpables que fácilmente puedas medir y decir: “lo he conseguido” o “no lo he conseguido”.

En todos los casos esos cambios supondrán hacer o no hacer algo, esto es, requerirán de una acción. Además, el fijar objetivos concretos te permitirá dos cosas:

Evaluar tus progresos con avances (o retrocesos) reales y tangibles.
Saborear y felicitarte por cada avance: tú lo verás hecho y serás el primer beneficiado.

5- Crea un ambiente de soporte

Manzanilla pone un buen ejemplo: “Hace un par de meses mi esposa y yo decidimos eliminar los carbohidratos procesados de nuestra dieta 6 días a la semana (y el sábado es la recompensa, podemos comer lo que queramos).

¿Cómo desarrollamos un ambiente de soporte? No compramos carbohidratos procesados cuando vamos al mercado. Me llevo la comida lista al trabajo (ahorro dinero y elimino la tentación de quererme comer una hamburguesa con queso), nos apoyamos mutuamente en los momentos duros, etc”.

El punto que quiero transmitir es que necesitas desarrollar una atmósfera que facilite la creación del hábito y te aleje de la tentación de volver atrás.

6- Invierte gran energía en desarrollar el hábito por 21 días y comienza en las próximas 24 horas

Los expertos en el tema aseguran que 21 días es el tiempo necesario para desarrollar un hábito. Enfócate en desarrollar el hábito que quieres desarrollar y comprométete por 21 días como mínimo (algunos afirman que para hábitos más complicados a veces es necesario hasta 60 días).

¿Por qué comenzar en las próximas 24 horas? Porque la mayoría de las personas pasan su vida planeando los hábitos que quieren desarrollar y nunca comienzan. Comienza ya y después ajusta.

Al hábito se llega por la rutina y a la rutina por la repetición. Para hacer crecer un hábito de forma duradera y sólida es imprescindible ser constante y persistente. En general tendemos a abandonar algo con la misma rapidez con la que nos entusiasmamos.

En el terreno de los cambios productivos esto está mucho más presente y firmes y bienintencionados propósitos se vienen abajo en muchos casos por la falta de constancia. Ser regular no es fácil, requiere motivación, disciplina y la iniciativa de querer hacer las cosas.

Recuerda algo muy importante: todo aquello que no se ejercita se pierde.

7- Si fallas, vuelve a empezar

A veces, desarrollar un hábito requiere de varios intentos. Puede que pensaras que el hábito ya estaba consolidado, te relajaste y… ¡zas! O a lo mejor tu motivación no fue lo suficientemente fuerte. Sea cual sea la razón, el fallo forma parte del proceso de aprendizaje y del desarrollo de hábitos.


Para más información realizar nuestros cursos “Como desarrollar su Inteligencia social” e “Inteligencia emocional: características personales para logra la excelencia


Me gustaría que nos deje su comentario.

3 comentarios:

  1. Me parece una clave muy positiva la 2, enfocarse en lo que queremos, en lugar de en lo que no queremos.

    Y sin duda, me encanta el punto 1, el de conectar el cambio con un objetivo concreto basado en lo que deseamos mejorar a nivel labora.

    Muy buen artículo.

    Un saludo

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  2. Estimado Manuel: muchas gracias por tu comentario. Te mando un abrazo.

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  3. Yo también me quedo con el punto número dos. La meta es más importante que el sacrificio que haces. Pero debe ser muy motivante, claro. Y además, debes confiar en ti mism@ suficientemente. Por otro lado pienso que es importante aplicar un ejercicio que aprendí hace poco. Eliminar los "No puedo", porque en realidad son "No quiero". Y de ahí pasarlos a positivo, "Sí quiero", para de ahí pasar a "Elijo hacerlo", que es ya ponerse en marcha responsabilizándose de ello. Un saludo. Lucía.

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