jueves, 16 de mayo de 2013

Como debe ser un cierre de una presentación exitosa


A continuación le vamos a proponer algunas ideas sobre cómo debería realizar el cierre de una presentación.

El resumen final

Una síntesis final, a pesar de ser útil en cualquier contexto, es mucho más adecuada cuando la presentación misma está pensada para comunicar información y no requiere que los miembros de la audiencia realicen una actividad de seguimiento. Intente evitar clichés como:

Pero antes de acabar permítanme que resuma los puntos que he desarrollado esta tarde...

Proceda directamente al resumen sin introducción previa, como, por ejemplo:

En definitiva, hemos visto qué tipo de presiones debe afrontar lo empresa (enumere los presiones), así como las posibles formas de abordar esas presiones (enumere las alternativas)...

El reto

Proponer un reto a la audiencia resulta útil si se pretende provocar un mejor efecto en el debate de un problema en particular, o cuando le está pidiendo a la audiencia un mayor esfuerzo o un esfuerzo renovado.

Formule el reto en términos de lo que «podemos» hacer o «haremos», y plantee unas medidas concretas en ese contexto. Un mero gancho emocional para algunas acciones (indeterminadas) podría ser impetuoso en ese momento, pero probablemente conduciría a confusiones o a apatía cuando los miembros de la audiencia intentaran poner en práctica su retórica.

La llamada para pasar a la acción

Cuando el objetivo principal es llegar a un acuerdo sobre unas medidas concretas, quizás sea más eficaz emplear la persuasión que el reto. Con este fin, resulta válido limitar su resumen final a los puntos a favor de la acción propuesta y acabar estableciendo concretamente cuál debería ser el siguiente paso.

Como posiblemente ya habrá cubierto cualquier argumento en contra (y lo habrá resuelto) durante la presentación, no hace falta que los repita de nuevo.

El factor «sentirse bien»

Los oradores que tienen capacidad para motivar procuran que la audiencia se sienta a gusto en lugar de indicar cómo debe llevarse a cabo una determinada medida. Esto funcionaría a la perfección en la sesión de clausura de una presentación múltiple en la que quisiera, por ejemplo, reforzar la identidad del grupo, pero estaría fuera de lugar en un acto relativamente impersonal, como una conferencia de prensa.

Las dos formas más populares de este tipo de final se sirven de una cita o de un fragmento de poesía, respectivamente. En ambos casos, el material debe ser breve y directo, aunque no hay razón para que ese «apunte» en cuestión esté directamente relacionado con el tema de la presentación. Siempre que el material cuente con una fuerte carga emocional, la naturaleza de la cita o el poema estará dictada por la reacción emocional que usted pretende crear en la audiencia, y no por el contenido de la presentación.

Es importante que lea, si todavía no lo hizo, nuestro artículo “Como realizar presentaciones de negocios efectivas”.


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